El misterio histórico no es mi género preferido. Me parece extremadamente aburrido, tópico y egocéntrico. Elogia a sí mismo por haber logrado la meta de mezclar un relato y personajes ficticios con la historia verdadera como si a nadie más se le ocurriera esta idea. Normalmente, paso de ese tipo de novela por ser una mala parodia tanto de la literatura como de los sucesos históricos.
Hace unos meses, sin embargo, un amigo - que por supuesto no estudia filología sino publicidad y no sabe mis gustos literarios - me prestó El asombroso viaje de Pomponio Flato. Gracias a la ingenuidad del amigo, me quedé con el gracioso cuento de un filósofo y sabio viajante y comentador del Imperio Romano que pasa por las tierras de Israel y conoce al infante Jesús y a su familia. La ironía de la situación prometía una atenuante diferencia de las otras novelas que la Facultad me obligaba a leer, y resultaba ser una novela verdaderamente graciosa.
La representación de los personajes principales es el mejor toque distintivo del autor, Eduardo Mendoza, que ha escrito la obra a través de los ojos del viajante titular. El mismo Pomponio encarna la referencia latina de su nombre por su estilo de relatar sus experiencias; mientras que las circunstancias en las que se encuentra varias veces son ignominiosas y afrontan a su dignidad. Dicho esto, es imposible que no caiga bien el pomposo, quizás porque esté escrito en primera persona. A pesar del uso de largas palabras y la lógica fría no puede con las maravillas que el pueblo judío está tan dispuesto a temer. Para Pomponio, el misterio tiene una raíz, y se siente obligado a ayudar al niño raro que se lo pide. Como un comentario sobre el percibido choque entre la fé monoteísta y el proto-ateísmo del culto romano, Mendoza señala la hipocresía de un poder colonial sin comentar de la naturaleza de la fé individual. Aunque al principio Pomponio considera el mito romano como una metáfora de la existencia humana y rechaza la idea de un Mesías como una ridiculez, al final recibe una visitación del dios greco-romano Apolo, y el racionalista es incapaz de decidir si era una visión verdadera o el fruto de la imaginación sobreproductiva.
Igualmente, las presentaciones favorables tanto de romanos como de judíos bíblicos es un éxito. Desde el gobernador romano local, Apio Pulcro, hasta Lázaro el mendigo leproso, cualquier lector con un conocimiento general del evangelio reconocerá los personajes que rodean al joven Cristo. Lo más divertido es que mientras sigue fiel al testimonio de los apóstoles, las creaciones de Mendoza son definitivamente humanas - personajes caprichosos, distintos y muchas veces equivocados. Reverencia a lo divino es un obstáculo y la novela decide a concentrarse más en cuestiones de la fé en vez de la veracidad del Nuevo Testamento. Una elección justa y probablemente muy sabia por parte de Mendoza.
No me dispondré a arruinar la trama aquí, porque tal acción no tiene sentido. Una lectura divertida e inteligente, le recomiendo la novela a cualquier persona que está buscando algo distinto pero cómodamente parecida a la visión moderna del pasado y de temas metafísicas.
Dressed To Kill
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*F i l m S k o o l*
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Upon its release in 1980, Brian De Palma's *Dressed to Kill* was as
acclaimed for its stylish set...
17 hours ago
4 comments:
Mis ojos, mis ojos! Tardé cosa de un párrafo en darme cuenta de que este post está en español. Impresionante!
Me encanta Eduardo Mendoza pero este libro no lo he leído todavía... Gracias por la recomendación.
Pero, ¿qué te impresionó? ¿Que estaba escrito en español o que tardabas bastante tiempo en darse cuenta?
No era consciente de su obra, pero cuando me licencie creo que me cogeré más libros suyos para seguir con el castellano
Las dos cosas: el dominio que tienes del castellano y el tiempo que tardé en darme cuenta...
Bueno, no tienes ningún por qué estar sorprendido por mi español. Ya sabes que he llevo mucho tiempo hablando español y que conozco Madrid.
Con respeto a lo de tu lectura - esa es cosa tuya ;-)
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